¿Inquiet@, triste, apátic@…?Encuentra soluciones

¡Buenos días lectores!

Octubre es un mes de adaptación al trabajo, a clase, a un horario que nos facilita la organización de nuestros días.

En anteriores posts, hemos ido hablando de diferentes enfoques ante la vuelta a las responsabilidades, identificando a personas con una actitud muy positiva y proactiva, que se enfocan en ver las dificultades, como oportunidades de crecimiento y desarrollo, y también personas que se bloquean o evitan participar del cambio y las responsabilidades, que muchas veces podemos percibir como desbordantes.

Algunas situaciones de la vida cotidiana nos pueden resultar estresantes, como un examen, una reunión con el jefe, un evento familiar… sin embargo ese estrés puntual se suele reducir cuando acaba la situación, y si contamos con una buena colección de habilidades y estrategias personales, podremos afrontarlo de manera eficiente.

Pero, ¿qué pasa si ese estrés es tan intenso que nos incapacita, nos limita y nos perjudica en las tareas rutinarias? ¿Qué pasa si comenzamos a sentir mareos, miedos, inseguridades, nauseas, dolores de cabeza, etc? ¿Qué pasa si dejamos de asistir a clase, dejamos de relacionarnos con amigos, familiares, reducimos el contacto con otros? ¿Qué pasa si empezamos a abandonarnos?

Existen muchos casos en los que adolescentes que cambian de curso, o ingresan a secundaria; adultos que cambian o vuelven al trabajo tras un periodo de descanso, se empiezan a sentir inquietos, débiles, tristes o apáticos sin saber porqué. En el caso de los adultos es más fácil pedir ayuda y buscar soluciones que mejoren ese estado de ánimo, siendo más difícil de identificar en los menores, ya que ocultan y disfrazan sus emociones e inquietudes con el aislamiento, o conductas agresivas que pueden llegar a ser peligrosas.

¿Cómo podemos reducir ese malestar tanto en adultos como en menores?

  • El primer paso es identificar que hay una desadaptación de conducta, si alguna o varias áreas del día a día se ven perjudicadas (personal, laboral, académico, familiar y/o social)

  • No culpabilizar de lo que está sucediendo. Existe uno o varios motivos reales que provocan el problema, ya sea a nivel emocional o cognitivo (lo que siento, lo que pienso) y es completamente normal que pueda suceder.

  • Enfocarse en soluciones. ¿Qué necesito yo? ¿Qué cambiaría, qué mantendría?

  • Elaborar un plan de acción con opciones sanas para conseguir el cambio que necesito.

  • Pasar a la acción con un enfoque positivo y realista, reforzando los pequeños logros y pasos que me propongo y consigo a corto y medio plazo.

– Es altamente recomendable mantener una dieta saludable (reducir azúcares, grasas y bebidas estimulantes, potenciando la ingesta de alimentos ricos en vitaminas que favorecen la liberación de endorfinas, que ayudan a sentirnos bien, como el triptófano, omega 3… chocolate, pavo, plátanos, etc) Consultar con el médico, pediatra y/o nutricionista.

– Realizar algún tipo de actividad física de manera moderada.

– Practicar técnicas de relajación, para aumentar la consciencia y el control corporal. [Infórmate de nuestros talleres de relajación]

– Mantener la actividad y el contacto social. No desconectarse del mundo.

¡Si a pesar de realizar estas pautas, resulta difícil mantener la constancia y energía en el día a día, contacte con un profesional de la salud!

En Cmap Murcia, estamos a su disposición para informarle, orientarle e incluso ayudarle a poner en práctica todos los pasos anteriores para conseguir una adaptación completa y un gran bienestar.

Además, ofrecemos el servicio Bienestar10, para quienes desean profundizar en un conocimiento personal y aumentar su sensación de bienestar en las diferentes áreas de la vida, desde un enfoque positivo y con resultados comprobados científicamente, en tan sólo 10 sesiones.

 

Noelia Martínez – Psicóloga y Coach

Hagamos la vida más bonita.

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